Un jefe de tribu de los escoceses cayó en la batalla de Sheriff-Muir. Cuando sus soldados vieron caer al jefe, vacilaron un momento, dando una gran ventaja por ello al enemigo.
El viejo caudillo al ver lo que acontecía, se incorporó y aunque la sangre manaba de sus heridas, gritó: --No estoy muerto, hijos míos. Os estoy mirando, y espero que cada uno cumpla con su deber. Estas palabras sirvieron de estímulo a los soldados, llevándolos a hacer esfuerzos casi sobrehumanos. Así, cuando nuestras fuerzas flaquean y nuestros corazones están apesadumbrados, el Capitán nos dice: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." Mt. 28.20
Si no podemos estar personalmente en la batalla, no debemos desalentar a los que están combatiendo.
Biblia On-Line
“El cual mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros siendo muertos á los pecados, vivamos á la justicia: por la herida del cual habéis sido sanados.” -1 Pedro 2:24
Powered by BibleGateway.com
Powered by BibleGateway.com
ALENTAR A LOS DEMÁS
La Biblia dice:
“Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.” (1 Pedro 2:24)
(Read by Rafael Cruz. Provided by Audio Biblia NVI.)
Powered by BibleGateway.com

Powered by BibleGateway.com