Mientras que en la India celebran un festival en honor a su dios, y en Angola la gente se relaja viendo la copa africana de naciones, Haití, una isla del pacífico, a donde nadie va de vacaciones, sufre el dolor de su pueblo que llora a sus miles de muertos. Este es el mundo desigual en el que vivimos.
Se dice que Haití es el país más pobre de América y claro que lo es, pero, paradojas de la vida, en Haití hay más millonarios que en Nueva York. En las colinas de la capital haitiana hay casonas hasta con helipuertos y tecnología satelital. El palacio de gobierno con sus suntuosas instalaciones y su confort desmedido es un insulto ante tanta miseria.
Desastres como éstos son los que de vez en cuando vienen para recordarnos el tiempo en el que vivimos, tiempos en los que...Leer mas.